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A la rica tapa

A la rica tapa

Probablemente sean las tapas una de las formas culinarias con la que más nos identificamos en esta sufrida celtiberia. Pues aunque parezca algo más nuestro que suyo también tenemos que saber que eso de picar aquí y allá de un sinnúmero de pequeñas y suculentas viandas no es patrimonio de la piel de toro sino que somos uno más entre muchos.

La costumbre, a mi parecer muy refinada y denotando un elevado grado de civilización, no es más que la fusión de nuestras tradiciones gastronómicas más ancestrales con todas aquellas que nos llegaron desde el oriente de nuestro mar Mediterráneo, desde los fenicios hasta los árabes de Damasco pasando por griegos, bereberes africanos y algún que otro romano.

La construcción de una gastronomía rica y variada como la que se disfruta en las tierras ribereñas al Mediterráneo coincide con el desarrollo y solapamiento de numerosas civilizaciones que erigieron este lugar como la cuna de la civilización y desarrollo humanos, sin menospreciar otros que aunque fueron de gran importancia no supieron trascender.

Como homenaje a todas estas culturas de la tapa incluyo en éste capítulo un variadísimo repertorio de ellas, eso sí, solo las más fáciles y sencillas, no creas que me he olvidado de tu tiempo y sabiduría.

Aceitunas-olivas

Incluyo las dos acepciones aunque siempre defenderé que la original es la de la oliva, fruto del árbol del olivo y de cuya pulpa se extrae un fluído oleaginoso. De la palabra aceituna solo colegimos que es el fruto de donde se extrae el aceite.

Bueno, ya sabéis, las venden rellenas, con sabor anchoa, de sosa, aliñadas, de variedades gordal, manzanilla o del cuquillo, todas pasterizadas y envasadas. No olvides tener en tu alacena una buena representación de ellas, es la tapa por antonomasia y como ves son muy fáciles de servir.

Frutos secos

Al igual que las aceitunas, son harto recomendables aunque yo me decantaría únicamente por las almendras nueces y avellanas, son de cultivo nacional y sus características nutritivas son las más equilibradas.

¡No sirvas a la mesa snacks industriales! Será un paso más en tu rebelión contra el sistema y un escalón más en tu carrera como gourmand.